Cada vez más mujeres deciden retrasar la maternidad. Una de las opciones empleadas es la vitrificación de óvulos.
Según el presidente de la sección de Infertilidad y Esterilidad de SEGO (Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia), Koldo Carbonero, este “hallazgo técnico relativamente reciente”, permite "la preservación de la fertilidad en la mujer conservando sus óvulos”.
Existen diferentes métodos de criopreservación de óvulos, pero la vitrificación, al enfriar de forma rápida los ovocitos con temperaturas por debajo de los 196 grados, evita la formación de cristales de hielo. Así, tras la descongelación, la supervivencia y calidad de los óvulos es mayor. Otras técnicas de congelamiento más lento no garantizaban un porcentaje tan alto de mantenimiento de ovocitos, que alcanza el 97% en mujeres menores de 35 años.
Un informe reciente del Observatorio Clínica Eudgin de la Fertilidad, cuya encuesta fue realizada por BrandCo a 1.006 mujeres, obtuvo conclusiones muy interesantes sobre la Reproducción Asistida. Según el citado estudio, el 48,6% de las mujeres encuestadas afirmaba estar "bastante desinformada" y el 10,6% "totalmente desinformada" sobre el tema. En total, el 60% afirmaba mostrar desconocimiento. 3 de cada 10 estuvieron de acuerdo en que la fertilidad empieza a caer de forma significativa a partir de los 40 años, pero en realidad la comunidad médica apunta a que desciende desde los 35 años.
El 82% de las entrevistadas conocía la vitrificación y el 88% consideró que era una “nueva revolución”, si bien el 82,8% no sabía de nadie que hubiera recurrido a ella. Como dato curioso, el 69% de las mujeres se mostró favorable a la medida adoptada hace 2 años por 2 multinacionales que financiaron el proceso de vitrificación de óvulos a las empleadas que así lo desearon.
¿Qué es la vitrificación de óvulos?
El primer paso antes de la vitrificación de óvulos comienza con la estimulación ovárica durante diez días. Después se extraen los óvulos mediante punción ovárica con una ligera anestesia. Éstos se congelan a bajas temperaturas y se conservan en nitrógeno líquido el tiempo que se desee. Cuando se decide usarlos, se descongelan. Como bien explica el jefe de Reproducción Asistida del Hospital Universitario Quirón Salud en Madrid, Antonio Gosálvez: “Si en un futuro se decide utilizarlos, se descongelan y se fecundan con espermatozoides del cónyuge o del donante". El coste ronda entre los 2.500-3.000 euros, pero también hay que sumar el tiempo de mantenimiento.
Previamente a la congelación (la vitrificación es el tipo de preservación más recomendada, pero hay otras), la mujer debe realizarse pruebas médicas para conocer su reserva ovárica y otras cuestiones importantes para determinar que su perfil sea adecuado. La estimulación ovárica suele realizarse mediante inyecciones. La duración total del proceso no suele superar los 15 días y debe estar supervisada mediante ecografías y analíticas.
La edad óptima para la vitrificación de óvulos es previamente a haber cumplido los 35 años. Ana Gaitero, Jefa de Servicio Unidad de Reproducción Asistida de Sanitas Hospitales, lo explica: “Más adelante, la calidad ovocitaria va disminuyendo y lo que vas a guardar, tiene la edad de cuando lo guardas. Por ejemplo, si congelas óvulos a los 42 años, son óvulos que van a dar embriones con más alteraciones, y van a dar lugar a menos embarazos". Puesto que con cada ciclo menstrual la mujer pierde 1.000 óvulos, a mayor edad, la reserva ovárica suele ser menor, aunque también conviene estudiar el perfil de cada mujer.
La vitrificación de óvulos también es una opción a valorar cuando las mujeres pueden perder su fertilidad por alguna causa externa, como es el caso de un tratamiento oncológico. En ese caso se recomienda conservar sus óvulos para que puedan ser madres en un futuro, ya que la quimioterapia puede dañarlos.
Siguiendo los datos que maneja el citado Observatorio de fertilidad, algunas de las razones para retrasar la maternidad son la falta de situación laboral estable (38,4%) y la percepción de “no tener una pareja estable” (17%). Según apunta el Eurostat, en España las españolas tienen su primer hijo, de media, a los 30, 6 años. Si el deseo de maternidad es claro y es sólo una cuestión de tiempo, la vitrificación puede ser una decisión acertada para preservar la fertilidad.